Tras un arduo trabajo iniciado en 2014 y que se realizó de forma conjunta con las organizaciones del mundo rural, la Universidad de Chile y el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), se materializó la creación de un sello que busca destacar y visibilizar los productos de la Agricultura Familiar Campesina en el mercado nacional, garantizando estándares de calidad, producción e inocuidad.

De esta manera, el sello “Manos Campesinas” visibilizará atributos de estos productos y servicios ante los consumidores, dando valor a sus factores naturales, humanos y sociales, junto con reconocer las prácticas ancestrales y los conocimientos tradicionales inmersos en su proceso de elaboración.

“Nuestro objetivo es el desarrollo de la agricultura campesina, que los productos puedan diferenciarse del resto y que cuando el consumidor compre sepa que viene de un pequeño agricultor, dar una oportunidad a los pequeños agricultores de incorporarse a un mercado y a su vez acercar el consumidor al productor. En la línea de la globalización muchos buscan cosas distintas, orgánicos, naturales, campesinos, un comercio más justo y un consumo ético”, señaló el profesor Claus Köbrich, académico de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la U. de Chile, especialista en Gestión Agropecuaria y quien estuvo a cargo del equipo que estudió, diseñó e implementó el sistema.

El sello “Manos Campesinas” comenzará a implementarse, en una primera etapa, con cinco rubros: hortalizas y frutas frescas; alimentos procesados; mieles; quesos maduros y artesanías. Posteriormente, y de manera paulatina, se irá ampliando a nuevos productos y servicios.

El proceso de postulación se inició a fines de junio de 2015 y se mantendrá abierto de forma permanente. Se espera tener los primeros productos con sello para el próximo 28 de julio, Día del Campesino.

El Director Nacional de INDAP, Octavio Sotomayor, valoró el proceso de construcción de esta acreditación en conjunto con los propios productores y el sector académico. “Nos tomamos el tiempo necesario para desarrollar el nuevo instrumento, como una forma de privilegiar su solidez y considerar todos los aspectos técnicos que concurren para su exitosa puesta en marcha”, señaló.

Sotomayor sostuvo además que este sello representa una gran innovación en el contexto de América Latina y tal como sugirieron las organizaciones campesinas, se abordaron las brechas para tener acceso al sello a través de los programas de INDAP, así como políticas diferenciadas en torno a las exigencias del Ministerio de Salud, el SAG y el Servicio de Impuestos Internos.

En ese contexto, el Director de Indap llamó a todos los actores involucrados -campesinos, empresas asociativas, academia y profesionales- a poner “el máximo esfuerzo y energía para que se logre concretar con éxito esta simbólica y emblemática iniciativa”, que ya había sido adelantada por la Presidenta Michelle Bachelet en el discurso presidencial del 21 de mayo.

El Rol de la Universidad de Chile

El inicio de esta iniciativa fue un estudio realizado por la Casa de Bello en las regiones Metropolitana, de Valparaíso y Los Ríos, respecto de las percepciones de la población en relación a los productos campesinos y la factibilidad de un sello. Los resultados arrojaron que los consumidores asocian los productos campesinos a una serie de conceptos positivos, como su origen de campo, artesanal, natural, elaborados con esfuerzo, que generan efectos positivos en la salud y con identidad cultural.

Respecto del sello, los encuestados sostuvieron que debía certificar su calidad, validar su origen, asegurar una producción limpia y fomentar el desarrollo económico de los productores. Los encuestados también dijeron que sus lugares preferidos para adquirir los productos del campo son las ferias y los mercados.

La académica Sofía Boza del Departamento de Economía Agraria de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, lleva varios años estudiando el funcionamiento de mercado donde hay sistemas de certificación públicos y privados, como lo es la producción orgánica, fitosanitarias, entre otros. La profesora participó en este estudio, el que se basó además en experiencias nacionales e internacionales, que apuntaba a evaluar la viabilidad del distintivo.

“Posteriormente se conformó el Comité Técnico, compuesto por tres personas de la Universidad de Chile, tres profesionales de Indap y siete representantes de organizaciones campesinas para crear este sistema de acreditación. Este Comité definió criterios y procedimientos. También es responsable de la evaluación técnica de los campesinas y campesinos que quieran usar este distintivo” sostuvo el Dr. Claus Köbrich.

El interés de trabajar en esta innovadora iniciativa se debe a que el Departamento de Producción Animal de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias trabaja hace años en el desarrollo la agricultura campesina, con actividades de diversificación productiva, entre otras actividades.

Para Boza, esta iniciativa se enmarca en la misión que se da la U. de Chile en términos de apoyo al desarrollo del país, “es necesario e imprescindible que nuestras facultades estemos apoyando a los productores que más necesitan de esa ayuda, que son los productores familiares campesinos y los pequeños productores. Debemos apoyarlos con nuestra experiencia, para que agreguen más valor, tengan salidas comerciales y sobre todo su actividad sea atractiva porque uno de los principales problemas es que las nuevas generaciones no permanecen en la labor de la agricultura, por lo tanto es nuestro deber aportar en su desarrollo y continuidad”.

Sello “Manos Campesinas”

Los atributos que este procedimiento acredita son fundamentalmente cuatro:

1.- Origen campesino: los productos o servicios son generados únicamente por pequeños productores.
2.- Elaboración artesanal: sus principales procesos son hechos a mano, además de ser generados a pequeña escala y con un bajo impacto ambiental.
3.- Comercio justos: fomenta el desarrollo económico de pequeños productores.
4.- Productos sanos: cumplen con los requerimientos sanitarios de la normativa legal vigente.