Autoridades, académicos (as), familiares y amigos (as) quisieron acompañar a la Prof. Betty San Martín, una excelsa académica en el amplio sentido de la palabra, quien recientemente se convirtió en la primera persona chilena en ser reconocida como "Académica Correspondiente Extranjera" por la Real Academia de Ciencias Veterinarias. Así también, fue la primera académica en integrar el Comité de Expertos en Aditivos Alimentarios de la ONU y la OMS. Además, su principal obra, el Laboratorio de Farmacología de la FAVET -único en Chile y en Latinoamérica- ha recibido también importantes reconocimientos.
Rector: "Orgullo, admiración y afecto"
Recordando el día en que llamó a la Prof. San Martín para contarle la noticia -y las palabras de profundo agradecimiento expresadas por la académica- el Rector Víctor Pérez Vera reflexionó sobre la entrega que caracteriza a los académicos de la Universidad de Chile.
Orgullo, admiración y afecto. A través de estas tres palabras el Rector se refirió a Betty San Martín, y a través de su ejemplo, a los muchos académicos que ella representa: "Orgullo de tener con nosotros una persona de la calidad académica de la Prof. San Martín, y de lo que ella ha significado no solamente para su Facultad y para la Universidad, sino también para el país. Admiración por toda una vida de trabajo y por lo que significa hacer academia en una Universidad compleja, más aún desde la posición de una académica, mamá y esposa. Y afecto al ver cómo la Universidad de Chile desarrolla su quehacer gracias a la calidad y a la calidez humana de nuestra gente; y en este caso de la Prof. Betty".
Pionera en el desarrollo de nuevos proyectos
"El 7 de diciembre fue para mí muy especial", dijo la Betty San Martín, aludiendo al día en que, mediante un llamado, el Rector le comunicó que había recibido esta condecoración. "Recibir esta distinción que recuerda la obra de Amanda Labarca, la primera mujer que obtuvo una cátedra universitaria en América a principios del siglo pasado -además de haber sido una defensora de los derechos de la mujer y del acceso masivo a la educación- implica para mí una gran responsabilidad que recibo con mucha humildad, y con el sincero compromiso de corresponder permanentemente a ella".
Actualmente -y en gran medida gracias al dedicado trabajo de la Prof. San Martín- la FAVET cuenta con un laboratorio analítico de un alto nivel tecnológico y capacidad científica, con una inversión cercana de alrededor de US$4 millones, con un alto nivel de tecnologías, acreditado por norma ISO y de reconocimiento internacional. Éste cumple un rol fundamental a nivel nacional en todos los programas de control de residuos de fármacos y, recientemente, también en los programas de dioxinas en los alimentos de origen animal que son destinados al consumo de la población chilena. Estos programas son, además, requisitos ineludibles para los productores chilenos que exportan a países con altas exigencias en inocuidad en alimentos. Uno de los últimos logros alcanzados es ser el primer laboratorio latinoamericano que integra la asociación Internacional MoniQa, red de colaboración e investigación en inocuidad alimentaria, con sede en Austria.
"Cómo fuimos audaces con un equipo tan básico". Así describió la Prof. San Martín los inicios del Laboratorio de Farmacología de la FAVET, del cual ella fue la gran impulsora. Finalmente, la académica dedicó este reconocimiento a todas las personas que apoyaron el proceso de establecimiento del Laboratorio de Farmacología.
La encargada de presentar a la Prof. San Martín en esta ceremonia fue la Prof. de la Facultad de Ciencias, Liliana Cardemil, quien recibió la Condecoración al Mérito Amanda Labarca el año 2010. Ella expresó que en su trayectoria académica "Betty honra merecidamente el recibir este galardón". La calificó, además, como una gran educadora, a la vez que relevó su gran esfuerzo por llegar a hacer docencia en la U. de Chile.
Asimismo, la Prof. Cardemil destacó que en el año 2009 se convirtió en la segunda académica de la FAVET en ascender a la categoría de Prof. Titular, "así que a ella, como a muchas de nosotras -y también como sucedió a Amanda Labarca- no nos ha sido fácil llegar a este nivel; por lo mismo, su quehacer académico no está ausente de sacrificios (...) todo esfuerzo a la larga tiene sus compensaciones, como es el formar a jóvenes que serán los futuros veterinarios de este país, los futuros académicos e investigadores".
Esta Condecoración instituida el año 1976 en la U. de Chile, reconoce la personalidad y obra de mujeres universitarias que se han destacado con relieve excepcional en el campo de su profesión, en el dominio de la cultura o en el servicio al país. Su nombre lo debe a Amanda Labarca, destacada profesora, escritora, embajadora y política chilena, quien, entre muchas otras trascendentales acciones, contribuyó en la instalación del sufragio femenino en Chile.
El Decano de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias, Santiago Urcelay, expresó que éste fue un momento de felicidad "personal e institucional", pues él fue testigo privilegiado de todo el desarrollo de la Prof. Betty y su proyección. "La U. de Chile puede estar feliz de reconocer en ella a todas las mujeres de nuestra Universidad y también a las mujeres de Chile. Ella demuestra que, si cuentan con las oportunidades, pueden hacer cosas mucho más grandes que nosotros los hombres".
Tesón fue la característica elegida por el Prof. Urcelay para describir a esta académica. "Ella debiese medir dos metros -manifestó- pues tiene una fuerza y un espíritu que no conocen barreras".
La Prof. Soledad Ferández, de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias, conoce a la Prof. San Martín desde que comenzó a trabajar en esta Unidad Académica. "Siempre traté de apoyarla, porque veía el enorme potencial que había en ella, pero jamás imaginé que iba ser tanto lo que iba a alcanzar. Además, es una persona encantadora. Tiene tantos méritos que estoy feliz de que se le haya otorgado este premio".
